Tras el partido ante Grecia, Maradona dijo en conferencia que consultó a sus dos asistentes sobre quién podía reemplazar a Diego Milito. Ambos le dieron el nombre de Higuaín, entonces Maradona ordenó a Martín Palermo que se cambie porque había decidido que entre.
Maradona lo decía riendo. Como si fuese un niño o un aficionado. Encima agregó que le estaba “ganando” a sus asistentes 1 - 0 por haber acertado con Palermo. Como se recuerda, el delantero del Boca anotó el segundo tanto a Grecia con el cual ganaron 2 - 0.
Cuando escuché eso, me convencí de que Maradona no podía ser el técnico de su selección. Porque estaba actuando sin profesionalismo.
Maradona cree que poner a un jugador es un albur. Que es como jugar una lotería. Como puso a Palermo y anotó, entonces Diego ganó sobre sus dos colaboradores. Por estos mismos asistentes a los que no hace caso, Maradona dice que se va. La dirigencia Argentina quiere que Diego aprenda algo de fútbol y por eso le buscaba nombres para que estén a sus espaldas, asesorándolo.
Pero Diego no quiere asistentes, quiere títeres, y como se cree Dios entonces dice que no acepta intromisión.
El pueblo argentino seguramente le tiene un cariño especial a Maradona. Su magia lo llevó a ganar una Copa del Mundo. Pero no pueden hipotecar ese cariño para siempre.
Un técnico no puede estar apostando con sus asistentes quién le va a dar mayor resultado. Un técnico debe ser serio hasta en sus errores.
Maradona fue sólo una caricatura de técnico que tuvo la suerte de dirigir a jugadores dotados técnicamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario