sábado, 18 de septiembre de 2010

La vergüenza de Huancayo

Los equipos grandes, es decir con historia, salen muchas veces y tratan de asustar al rival. Claro, si el adversario es un conjunto sin mucho éxito. Alemania es un buen ejemplo de ello. A pesar que no tenga grandes jugadores, utiliza el peso de su historia para intimidar.

En el mundial de 1978, aplastaron 6 - 0 a México. Y los aztecas no eran tan malos. En el 2002, atemorizaron a los de Arabia Saudita y terminaron aplastándolos 8 - 0. Lo mismo hizo en el último mundial con Australia y culminó ganando 4 - 0. Y los de Oceanía no eran malos.

Pero cuando un equipo entra con temor o se deja atemorizar, la táctica no sirve. Y la técnica no se muestra.

Brasil es por excelencia una selección que también atemoriza. Y a diferencia de Alemania, lo hace en todas sus categorías, no sólo en mayores. He visto partidos que ganaron 10 - 0. Bélgica fue el rival en el mundial Sub-20 de 1997 y se morían de temor sólo de ver la camiseta amarilla. No se trata de capacidades. Es miedo. Al siguiente partido, Brasil fue eliminado de esa Copa.

Un marcador de 9 - 0 nos indica que hubo una enorme diferencia. Un equipo amateur y otro profesional. Pero para quienes vimos el partido, no era así.

Huancayo se tocó de nervios en la primera jugada y se sancionó penal. Apenas al minuto ya estaba en desventaja. Defensor atacó intentando intimidar a su rival. Y lo consiguió. Hubo tres ocasiones de gol que el portero Marco Flores contuvo. Y lo hizo en forma brillante.

Tras el huracán uruguayo de 20 minutos, Huancayo comenzó a tocar y equilibró el partido. Hasta diría que estaba en condiciones de empatarlo. Pero la estúpida expulsión de Lorenzo López otra vez trajo al suelo la moral de Huancayo. Justo antes de terminar el primer tiempo recibieron el segundo gol y tras el descanso, el portero Flores fue un desastre. Pero estoy seguro que algo fue lo que derrumbó el ánimo de los jugadores.

Huancayo no se mostró como un equipo técnicamente malo. Sino con falta de amor propio. Sotil jugó para él. Eludió a muchos rivales y con túneles incluido. Pero cada uno hizo lo que quiso. Nunca fueron un equipo.

Defensor Sporting no es un monstruo. Los huancaínos son unos tontos, porque estoy seguro que los Uruguayos no soportarán la altura de Huancayo. Y podía ganar; y hasta golear. Pero 10 goles parece absurdo. ¿Dónde estuvo el técnico?

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